jueves, 11 de septiembre de 2008

Funciones

jueves - 20:30 hs - CCKonex (Sarmiento 3131)

domingo, 10 de febrero de 2008

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fotografías: gonzalo giacchino






































lunes, 31 de diciembre de 2007

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fotografías: Juan Pablo Migliavacca

fragmentos de entrevistas a Beatriz Catani

Textos de entrevistas a Beatriz Catani, realizadas por Guillermina Mongan y Óscar Cornago.



…“Escribí unos textos a partir de una situación afectiva crítica que tomé como una etapa final en mi vida, personal y teatral. No sabía qué era lo que terminaba, pero sabía que algo lo hacía. Eran textos sin ninguna disposición teatral. Y por ahí empecé.
… lo que sí fue consciente es que yo no quería escribir otra obra bajo las formas de las que había dirigido hasta ahora. Es más, escribí una obra, que desde lo textual completa algo así como una trilogía con cuerpos y ojos: “Borrascas” (historia de una abuela, madre e hija viviendo sobre un techo al costado de una laguna de sal), y no quise ponerme a dirigirla.
Sí, me atraía volver a trabajar en un campo “ficcional”, donde una mujer puede ser una planta, y un hombre vivir rodando por los caminos sobre un combinado, o dos mujeres intentar tener un hijo con el semen de un hombre muerto. Quería trabajar más próxima a ese campo, (después de abordar teatros más ligados a experiencias reales), pero no quise hacerlo a partir de una historia ni de textos que ya tenían para mí, un modelo de representación conocido.
… Más que improvisar sobre los textos, empezamos a trabajar sobre ellos tratando de crear momento a momento “algo” que tuviese intensidad…como construir “ teatro” momento a momento... . Se fue haciendo un trabajo en simultáneo entre los ensayos y la escritura en casa. Un armado extraño. Los textos iban y venían. Cambiábamos el orden y también los textos todo el tiempo... el trabajo iba moldeándose sobre los cuerpos. Yo veía lo que hacían, y también hacia dónde podría derivarse eso que hacían, más o menos tenía todos los textos en la cabeza; entonces imaginaba situaciones con ese hacer de los actores y los textos… una nueva escritura sobre los cuerpos… Después de unos meses de trabajar así, volví a organizar la textualidad…
…Hay cosas presentes de “la pasión según G.H”, lo fundamental es que nos posibilitó darle una estructuración temporal al material, a la manera de la novela de Lispector, la obra sucede durante la agonía de una cucaracha.
Entonces ya sabíamos que no podían dormir, que eran insomnes, y que estaban allí, en ese espacio, (el pasillo o sala de paso de un teatro), el tiempo que tarda en morir una cucaracha. Es así que a partir de esta idea empezamos a pensar que la obra podría transcurrir durante toda la noche. En verdad creo que se organizó cierto mecanismo por el cual la obra podría ser de una hora como de veinticuatro.
…Mi idea, mi deseo, es llegar por momentos a textos de una gran resonancia poética, desde una realidad muy física, la de los cuerpos de cuatro personas que están allí, en la sala de paso de un teatro. Ellos, los mismos que se ven, sin construcción de personajes, sino su propia estructura personal con distintos valores de energía y puestos en una situación de una noche de insomnio”




(*)Guillermina Mongan. Cátedra de Arte Contemporáneo. Facultad de Bellas Artes. UNLP

sobre finales: fragmentos de Óscar Cornago

Fragmento de “Entre historia y naturaleza: la búsqueda de lo real (una introducción a la obra de Beatriz Catani)”, ensayo de Óscar Cornago, Ediciones Artes del Sur, 2007


… En Finales los cuerpos se acentúan por medio de acciones físicas que se reiteran en el tiempo, ocupando el centro de un espacio que, como el plano temporal, inmediato y real, se reafirma a sí mismo por encima de cualquier otra referencia extraescénica….
… la repetición de un movimiento sin finalidad aparente más que el hecho de moverse, repetir una y otra vez la misma afirmación, la misma pregunta, insistentemente —"¿Soy fea? ¿Soy fea? ¿Soy fea? ¿Soy fea? ¿Soy fea?"—, listados de enfermedades de las que se preguntarán si tendrán o no en el futuro, catálogos de finales, juegos triviales como jugar con la pelota o hacer pompas de jabón, tirarse unas a otras de los elásticos del corpiño y la bombacha, mientras dicen: "Pasividad del género", hasta llegar al daño físico, o el acto de masturbarse… El carácter excesivo de estas acciones, desbordadas de realidad, como la propia agonía de la cucaracha, abren una fisura, un vacío sobre el que se termina levantando una pregunta acerca de ese aquí y ahora, levantando un interrogante sobre la mera posibilidad de un sentido — ¿”Qué pasa? ¿Alguien sabe qué está pasando?”, se pregunta Julia—.
Esta reflexión teatral, girando en torno a ese presente físico y real de los actores, pero también de los espectadores, va construyendo una trama escénica, como también se terminaba generando en el teatro documental… Materia e historia, cuerpo y pasado, son convocados en la inmediatez de un mismo espacio construido a modo de accidentes, de finales que no consiguen cerrar la representación (de la historia),
A diferencia de lo que ocurría en la Trilogía, donde todas las posibilidades estaban ya predeterminadas por una historia (pasada), ahora, con Finales se abre un espacio donde se plantea la posibilidad de pensar algo, aunque no se sepa muy bien qué, empezar a pensar de nuevo. Más que a un proceso de negación asistimos a un acto de afirmación, que sólo de manera indirecta termina construyendo una historia, que nos habla una vez más de la naturaleza, de la naturaleza excesiva del instante, del presente, de un tiempo inmediato que da vida a los cuerpos para quedar luego arrumbado, detenido, en un pasado del que ya no se quiere hablar, aunque tampoco se niegue, mientras se sigue resistiendo (físicamente):

-“Dejar que las cosas pasen. Entretenerse, bah. Con la aceptación de no poder otra cosa. Una suspensión de la realidad, no enfrentarla, apenas una mínima resistencia para estar parada, para sostenerse, y seguir…. Como la cucaracha. Un estado de mínima vitalidad, lo mínimo para moverse... y está la esperanza...”-


(*)Óscar Cornago, Investigador de teatro y cine español.
Consejo Superior de Investigaciones Científicas
Instituto de la Lengua Española. Departamento de Literatura

sobre finales

En la novela, “La Pasión según G.H” de Clarice Lispector, una mujer observa toda una noche la agonía de una cucaracha.
Nos planteamos la realización de una obra de teatro cuya representación también dure el tiempo que tarda en morir una cucaracha. Y cuya textualidad se va componiendo en semejanza a la novela referida, no con una historia, sino con una deriva de situaciones a partir de esa larga noche de insomnio.

Nos interesa poner en riesgo ideas de representación. Trabajar un territorio poético con una estructura ficcional no “representativa” .No para ocultar la “mentira”, la “ficción”, sino apuntando a una construcción por fuera de las leyes de representación: El espacio es un pasillo o sala de paso de un teatro. El vestuario es el de los actores. La luz, la propia del espacio, expuesta y con la sola función de alumbrar la escena.

Cuatro personas están en la sala de paso de un teatro. Sin construcción de personajes, sino su propia estructura personal con distintos valores de energía y en la situación de una noche de insomnio. Ellos ponen en evidencia los mecanismos de invención, crean su propia historia a público, generando relatos y situaciones poéticas.
Sin historia, sin construcción de personajes, y dejando al descubierto los artificios teatrales.

Este despojamiento del “artificio” teatral hace que, la palabra y el tiempo en el cuerpo del actor, sean los que generen la teatralidad, la ficción, la trama, el devenir.

Siempre en relación a nuestra búsqueda de un teatro que nos muestre lo “propio”, que genere una realidad y no que se apoye en la simulación. O que esa simulación sea una “revelación” de lo propio

Cuerpos produciendo teatralidad desde la inmanencia de su “estar”, su pura presencia.
Y la ficción “sucediendo” en el tiempo que dura una noche.


El Espacio

Una sala de paso de un teatro.
Leños quemándose en una estufa-hogar. Frío.
Solo un sillón. Un largo sillón y paredes descascaradas.
Una cucaracha agoniza.
El tiempo transcurre.


Temática

Indagación en la idea de “finales”. El fin del amor. La enfermedad y los accidentes
Aproximación a la aceptación, a la idea de “soportar” la vida y la idea de la aceptación cruel del dolor. “La falta de piedad con el destino propio”.

Noche de insomnio. Hipnosis, sonambulismo político. ¿Insomnio político?
Un tiempo que pudo haber sido y no fue.
“Morir en las vísperas”.
De la bienvenida a la expulsión y muerte (Escena final de Tito Andrónico)
La confusión de las épocas. ¿Hijos insultando a sus padres o padres insultando a sus hijos? Ahogos.
La irreconciliable contradicción pasado-futuro. El pasado presente y vivo entre nosotros, los muertos vivos. Nosotros luchando por materializar el futuro

Las Transformaciones. Todo está en TRANSFORMACION. Larga noche en que el dolor produce transformaciones. Yoes que se organizan temporaria y precariamente por actividades
Darse un nombre, denominarse como… la madre, la vieja, la mutilada, las hijas, la muerta, todo orden es inestable… Metamorfosis múltiples.
Búsqueda sobre el dolor. Y sobre la representación del dolor
Tránsitos de un envejecimiento. Tránsito de épocas.


Beatriz Catani

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fotografías: Juan Pablo Migliavacca